La superpoblación de volantes en el “Millonario” hacen que el juvenil tenga poco protagonismo en el equipo de Martín Demechelis.
El plantel de River, que conduce Martín Demichelis, volvió al trabajo esta mañana con la baja de los jugadores convocados a la doble fecha de eliminatorias sudamericanas: el uruguayo Nicolás de la Cruz, el venezolano Salomón Rondón y el argentino Franco Armani.
Luego de la eliminación en la Copa Libertadores el equipo parece haber bajado mucho su nivel futbolístico y la gran tarea del entrenador será encontrar nuevamente una versión mejorada. En esa búsqueda lo que más parecen quedar apartados son los juveniles y principalmente uno que prometo mucho en el futuro cercano.
En las tres competencias que disputaron los de Nuñez los más chicos tuvieron muy poco protagonismo y varios de ellos terminaron yéndose a préstamo, como los casos de Franco Alfonso, integrante del plantel profesional hasta hace unas semanas, y de Manuel Guillén, hombre de la Reserva.
Y más allá del gran nivel que supo mostrar, no muy distinta es la realidad del Diablito Echeverry, una de las grandes promesas de la Institución, que no encuentra su lugar en el equipo. Ya acumula cinco partidos sin jugar y tampoco tiene la chance de bajar a Reserva para poder sumar minutos. Esto puede cambiar en los próximos días y, según trascendió, su panorama es estudiado todas las semanas para que pueda estar cerca de la pelota.