Año 1999, un año que Carina Almirón tristemente recuerda. El tiempo pasó, junto a sus hermanas no se animaba a denunciar que el hijo de un amigo de su padre las abusó hace 20 años en Sáenz Peña, sin embargo –confiesa a Diario TAG- “la distancia me ayudó a liberarme de esto, a perder el miedo y la vergüenza”, al tiempo que menciona que la maternidad la hizo reflexionar.
La joven de 27 años, relató: “Esto me pasó a mí y a mis hermanas, pero ellas no estaban preparadas para contarlo públicamente, por eso aparecen tachadas en la denuncia. Pero si esto llega a donde tiene que llegar legalmente, ellas están dispuestas a declarar porque a las tras nos pasó”.
Almirón contó que hace ya casi un año se fue de Sáenz Peña para vivir en Buenos Aires. “Siento que la distancia me ayudó a liberarme de esto. Van a ser 20 años de lo que paso y no lo supo nadie más que nosotras tres. Mis padres se enteraron hace poco”, confesó.
“Yo soy mamá y no me gustaría que mis hijos tomen esto como algo normal”, expresó en relación a su maternidad y agregó “la denuncia la hice para llevarlo al ámbito legal, si es que la justicia todavía puede hacer algo por mi situación”.
EL CASO: RELATO EN PRIMERA PERSONA
“Los padres de él eran amigos de mis padres”, contó la víctima. “Todo se daba cuando nos invitaban a su casa. Nosotras nos poníamos a jugar en la planta alta de la casa y en los momentos cuando estaban todos sentados en la mesa o distraídos, él siempre se sentaba con nosotras, nos hablaba y jugaba y en algún momento de a uno nos llevaba y ahí ocurría lo que está plasmado en la denuncia” –abuso sexual-.
Según relata, los episodios fueron “reiterados”.
UN “MIEDO PARALIZANTE”
“Cuando nosotras crecimos y nos hicimos adolescentes, nuestros padres nos enviaban a un comercio donde él trabajaba como empleado de seguridad, pero nosotros no queríamos ir porque teníamos miedo de verlo y era paralizante”, recordó.
“Hoy tengo 27 años y cuando mi familia se enteró, mi papá dejó de hablarme”.
Carina rehace su vida en Marcos Paz – Buenos Aires- mientras que sus dos hermanas viven y tabajan en Sáenz Peña. “Pareciera que el destino nos volvió a juntar en la misma ciudad. Y todo este tiempo estuvimos tocando el tema muchas veces, en un momento no aguanté más y decidí contarlo”.
PROCESO LEGAL
La primera denuncia que intentó realizar la joven fue en la Comisaría de la Mujer en Marcos Paz pero –según relató- “por un tema de sistemas, la jurisdicción no me tomaba entonces vine a Sáenz Peña por dos días exclusivamente para hacer la denuncia”.
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La denuncia formal del crudo relato
Alejandro Barrios, abogado de la denunciante, debe presentarse en la fiscalía este lunes para llevar la denuncia. “Si yo tengo que venir a Sáenz Peña por cualquier situación con la causa, voy a volver”, dijo Carina.
Ayuda
“Quiero que se sepa socialmente lo que él nos hizo, no solo por mí sino también por mis hermanas, porque la pasamos mal”, concluyó y agregó: “algunas personas me fueron ayudando por mensajes y me dieron información sobre él y me contaron que han tenido situaciones similares con esta persona”.