Juana Viale y su hija Ámbar pasan su cuarentena en un superbarco de 64 metros

Madre e hija aterrizaron el domingo 15 en Madrid y, antes de volar a París, cumplieron con el aislamiento obligatorio a bordo del yacht del millonario argentino Mauricio Filiberti, amigo de Marcela Tinayre

A Juana le encanta el mar y la vida a bordo. Durante su descanso, se divirtió con los “juguetes de agua” que hay en el superyacht. Después de unas semanas de corridas, que incluyeron adelantar varios programas de La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand, la actriz y conductora disfruta del dolce far niente bajo el sol. En París, donde su hija estudiará Artes Visuales en una reconocida universidad, las espera su mamá.

a semana pasada, Juana Viale (39) y su hija mayor, Ámbar de Benedictis (19), aterrizaron en Madrid, con un cargamento de valijas, ya que la bisnieta de Mirtha Legrand se instalará en París por un tiempo para empezar su propia aventura: estudiará Artes Visuales en una prestigiosa universidad francesa. Atrás quedó la emotiva despedida con Nacho Viale y Agustín Goldenhorn, el novio de Juana desde 2019 que, a tono con el protocolo sanitario impuesto en el país en tiempos de Covid-19, debieron decirles adiós en Ezeiza, con poco tiempo para abrazos y lágrimas. También quedaban atrás las corridas y los malabares que hizo Juana para adelantar las grabaciones de los programas de La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand, en El Trece; y los arreglos de último momento y los exámenes de admisión a los que se enfrentó Ámbar, egresada del Liceo Francés Jean Mermoz.

 

Pero los esfuerzos valieron la pena. Además de ser un sueño largamente acariciado por Ámbar –en el que cuenta con todo el apoyo familiar de la dinastía Legrand Tinayre y también de su papá, el músico Juan De Benedictis, hijo del conocido Piero–, el viaje marcará un desafiante capítulo en sus vidas. Por un lado, Juana descubrirá otros matices de la maternidad al tener a su hija a un océano de distancia mientras que “Ambarina”, como le dice cariñosamente su abuela Marcela, dará un salto de independencia para empezar a tejer sus proyectos.

Dueña de un bajo perfil, a Ámbar en su familia la definen como “un alma creativa y brillante”. Por el momento, al menos de manera pública, no se le conoce novio. Sí se sabe que hizo un brevísimo paso por la producción de Almorzando… y aunque algunos decían que estudiaría Dirección de Cine –algo que lleva en la sangre por su bisabuelo, Daniel Tinayre–, su abuela, Marcela Tinayre, aclaró que eligió “una carrera nueva, relacionada con el arte”.

Antes de hacer la entrada triunfal en París, madre e hija cumplieron con la cuarentena de diez días por ahora exigida a los argentinos que ingresan en Europa. Un aislamiento en modo flotante, a bordo del Attila, un superyacht de lujo. Fue en las paradisíacas aguas frente a Cerdeña, en la conocida Costa Esmeralda, donde ¡HOLA! las descubrió el fin de semana mientras navegaban por el Mediterráneo.

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