Comienza el juicio a siete policías por la muerte del joven Fernando Suárez

Será este jueves, en la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña. El hecho ocurrió el 20
de agosto de 2016 cuando se produjo un incendio en una celda en la Comisaría Cuarta donde
estaba detenido Fernando Suárez. A causa de las gravísimas quemaduras y del daño en sus
vías respiratorias, el joven de 19 años murió al día siguiente. Siete policías serán enjuiciados
por los delitos de Homicidio Culposo, Falsedad ideológica y Encubrimiento Agravado

La Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña, a cargo del juez Rodolfo Lineras, comenzará a
juzgar a partir de este jueves a siete policías de esa localidad por la muerte del joven, Fernando
Suárez, ocurrida en 2016. El Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco y la Secretaría
de Derechos Humanos son querellantes en la causa.

Fernando tenía 19 años cuando fue detenido el 20 de agosto de 2016, minutos antes de las 17.
Padecía consumos problemáticos y su mamá lo había denunciado porque la amenazó con una
tumbera. Fue alojado en la Comisaría Cuarta de Sáenz Peña.

Según se pudo reconstruir en el expediente, a las 20.25 se produjo el incendio de un colchón
en su celda lo que le provocó la quemadura del 60% de su cuerpo y gravísimas lesiones en sus
vías respiratorias. Los policías que estaban en la guardia lo retiraron y posteriormente fue
trasladado al Hospital 4 de Junio donde murió a la mañana siguiente.

De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio formulado por los fiscales Carlos Rescala, de
la Cámara Segunda en lo Criminal, y Silvia Slusar, Adjunta en lo Penal Especial en Derechos
Humanos, hubo serias negligencias respecto a los cuidados exigidos para personas privadas de
la libertad que están en custodia del Estado.

Y no sólo eso: se introdujeron datos falsos en dos actas de constatación en el marco de la
investigación del hecho y también se hicieron desaparecer dos prendas de vestir que
pertenecían a Fernando.
El agente de policía, Edgardo Alberto Parra, es el que tiene la imputación más grave: se lo
acusa de homicidio culposo debido a su presunta negligencia en la custodia del detenido. De
acuerdo a la acusación, en ese momento se desempeñaba como llavero de la Comisaría Cuarta
y tenía a su cargo la vigilancia de Fernando, quien en ese momento era el único preso en toda
la unidad policial.
La imputación sostiene que Parra no cumplió con su deber de custodiar a Fernando para evitar
que cometa actos que atenten contra su propia vida. De hecho, según la investigación,
mientras ocurría el incendio, el agente se encontraba en el sector de objetos secuestrados,
lejos del lugar donde estaban las celdas.
“Una vez que estalló el incendio en la celda, la policía no reaccionó prontamente si se tiene en
cuenta la gravedad de las quemaduras en Fernando, y el intenso humo que produjo el
incendio”, señalaron los fiscales.

Asimismo, se lo imputa a Parra de no haber realizado una correcta requisa al detenido, ya
posteriormente, cuando ingresó al hospital mal herido, se le encontró a Fernando un
encendedor en el bolsillo. Y también de ser el responsable de la existencia dentro de la celda
de un colchón de espuma de poliuretano, siendo que la Ley 1962-J establece que los únicos
que pueden estar en esos lugares son los de material ignífugo.

En este sentido, los fiscales recordaron que la Circular Interna N° 01/16 dictada en la Comisaría
Cuarta de Sáenz Peña de fecha 14 de enero de 2016, establece con claridad las funciones de
los uniformados que se encuentran en funciones de llavero: “(El llavero es) responsable de las
personas alojadas por distintos hechos, debiendo controlar el estado de las celdas (seguridad,
que no haya objetos peligrosos, etc.), como así también la salud, y cualquier requerimiento de
las personas privadas de su libertad. Toda persona que ingresa alojada deberá ser requisadas
con el fin de que no ingrese objetos que puedan dañar a la misma o al personal policial".
Falsedad ideológica y encubrimiento agravado

A Diego Moreyra (oficial principal), Gabriela García (oficial subayudante) y Javier Edgardo
Cardozo (sargento) se los acusa de falsedad ideológica. El Ministerio Público Fiscal entendió
que los tres participaron en el falseamiento de actas de constatación realizadas en el marco de
la investigación por la muerte de Fernando donde incluyeron datos falsos, con fechas, horas y
lugares inexactos. Los mismos testigos que fueron obligados a firmar las actas policiales se
encargaron de desmentirlos.
Finalmente, al Comisario Principal y jefe de la Comisaría Cuarta de ese entonces, Javier Fermín
Córdoba y a los policías Luis Alberto Almirón (cabo) y Ezequiel Dalmacio Sanchez (oficial
subayudante), junto a los anteriormente mencionados Moreyra, Cardozo, García, se los imputó
por el delito de encubrimiento agravado, en calidad de coautores.
A todos se los acusa de haber participado en la eliminación de dos pruebas clave para la causa.
Puntualmente, de una remera mangas cortas color negra y de un buzo con capucha con rayas
negras que llevaba puesto Fernando al momento de su detención.
“Teniendo en cuenta los informe médicos realizados a Suarez y la causa de su muerte, las
principales lesiones sufridas en su cuerpo fueron en la parte del torso, por lo que la remera
mangas cortas negra y un buzo con capucha con rayas negras hubieran sido de gran
importancia para determinar la mecánica del incendio y las quemaduras sobre el cuerpo de
Suarez”, señalaron desde la fiscalía.

 

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