El debate ético sobre la inteligencia artificial y la creación de imágenes al estilo de Studio Ghibli surge de la tensión entre la protección de los derechos de los artistas originales y las nuevas posibilidades creativas que brinda la tecnología.
El 25 de marzo de 2025, Sam Altman, CEO de OpenAI, anunció a través de su cuenta de X una nueva característica de ChatGPT: la generación de imágenes con inteligencia artificial. “Creemos que a la gente le encantará y estamos emocionados de ver la creatividad resultante”, escribió.
Cuando se publicó el anuncio, más de uno no se sorprendió, ya que la generación de imágenes no es una novedad en el campo de la inteligencia artificial. En los últimos años, plataformas y modelos de IA como DALL-E, MidJourney y Stable Diffusion han permitido crear imágenes a partir de descripciones textuales.
Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó minutos después, cuando el CEO de OpenAI compartió una imagen que rápidamente fue comparada con El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro, dos películas de animación japonesa dirigidas por Hayao Miyazaki. En la imagen, se podía ver a Altman y dos jóvenes con rasgos similares a los de los personajes de estos largometrajes.
Los rasgos de los jóvenes en la fotografía eran claramente similares a los de los protagonistas de las películas de Miyazaki: ojos grandes y expresivos que transmiten inocencia, acompañados de rostros redondeados y suaves.
Si bien en la publicación no se mencionó específicamente a Studio Ghibli ―el estudio japonés responsable de esas películas―, los internautas no tardaron en hacerlo en redes sociales como X e Instagram. Allí compartían sus fotos transformadas al estilo anime con la descripción “… al estilo de Studio Ghibli”.
A pesar de que las imágenes eran diversas, todas compartían características comunes como colores suaves y cálidos, así como una iluminación difusa, dorada y tenue. Cada uno de los personajes de la ilustración fueron reinterpretados con líneas suaves y ojos expresivos.
El dilema ético detrás de las imágenes al estilo de Studio Ghibli
En las redes sociales han surgido críticas sobre el uso de la inteligencia artificial para generar imágenes al estilo de Studio Ghibli. Muchos expresan su preocupación de que esta tecnología replique un estilo tan distintivo sin el consentimiento de los creadores originales.
El dilema ético detrás del uso de la inteligencia artificial para convertir fotos en estilo anime radica en la tensión entre respetar los derechos de los autores originales y el potencial de innovación que la inteligencia artificial ofrece.
Al margen de si hubo o no consentimiento, el uso de la inteligencia artificial para crear imágenes al estilo de Studio Ghibli plantea un dilema ético porque involucra varios aspectos relacionados con los derechos de autor, la propiedad intelectual y el respeto al trabajo creativo original.