Funcionarios de Macri procesados por corrupción

Mientras avanza la campaña electoral a sólo 8 días de que los argentinos elijan Presidente de la Nación para los próximos cuatro años, se le siguen metiendo piedras en el zapato a la demacrada posibilidad de que Mauricio Macri logre llegar al menos a un ballotage. 

Es que una de las principales banderas -tal vez la única que hasta sus propios adherentes sostienen- de Juntos por el Cambio es la de la transparencia, y cada día avanzan en la justicia más causas por corrupción que ensucian a sus funcionarios: en este caso, fueron citados a declaración indagatoria el ex ministro de Energía Juan José Aranguren por usar su cargo para beneficiar a su empresa y Laura Alonso, la titular de la Oficina Anticorrupción, por encubrirlo.

Aranguren y la polémica Alonso deberán prestar declaración indagatoria el 20 y el 21 de noviembre respectivamente en el marco de una causa que investiga la compra de gas a Chile y el presunto beneficio económico que habría obtenido el ahora ex titular de Energía como accionista de la multinacional Shell.

En el caso de Alonso, la imputación es por encubrir al entonces miembro del gabinete de Macri, luego de recibir una denuncia de los diputados nacionales Rodolfo Tailhade y Martín Doñate. Según consta en el expediente que instruye desde 2016 el juez federal Luis Rodríguez, Aranguren desarrolló la mayor parte de su carrera laboral en la empresa Shell Compañía Argentina de Petróleo S.A., que forma parte del Grupo Royal Dutch Shell Plc (RDS): ingresó en 1979, escaló hasta el cargo de presidente en 2003 y ocupó ese lugar hasta su retiro en junio de 2015.

La denuncia de los legisladores peronistas señaló la “incompatibilidad para el ejercicio de la función pública y un conflicto de interés” por parte de Aranguren, quien pasó a la historia por los tarifazos de los servicios públicos, y advirtió que una presentación similar habían realizado ante la OA sin que Alonso acusara recibo.

Doñate y Tailhade recordaron que en su declaración jurada patrimonial integrada, Aranguren, como ex CEO de la filial argentina de la trasnacional petrolera, declaró poseer “más de trece millones de pesos en acciones ‘clase A’ de la empresa Royal Dutch Shell”. Las mismas fueron parte de las bonificaciones que el ex funcionario recibió de Shell, reseñaron.

Por otro lado, la causa investiga las decisiones adoptadas por Aranguren durante su gestión que podrían haber beneficiado a la empresa Shell y por extensión a sí mismo como accionista. Puntualmente, dieron cuenta de “un oscuro negocio” en la compra de gas a Chile en forma directa, pagando tarifas mucho más caras de las que se venían pagando al Estado Plurinacional de Bolivia.

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